La fotografía de moda es uno de los géneros más populares y con numerosos exponentes en el mundo de la fotografía. Se dedica a ilustrar ropa, joyas, cosméticos y otros elementos relacionados con la moda, con frecuencia publicados en anuncios y revistas especializadas como Vogue y Elle. Con el tiempo, este tipo de fotografía ha desarrollado una estética propia, donde las prendas y accesorios suelen ser presentados en contextos que incluyen historias y ubicaciones exóticas seleccionadas por los fotógrafos para realzar su impacto visual.
Este género tiene sus raíces en la década de 1830, aunque su técnica más popular en sus inicios, el daguerrotipo, no era adecuada para la impresión masiva. En 1856, Adolphe Braun publicó un libro con 288 retratos de Virginia Oldoini, la Condesa de Castiglione, una noble toscana en la corte de Napoleón III. Estas imágenes la mostraban con sus atuendos de corte oficial, convirtiéndola en una de las primeras modelos fotográficas reconocidas.
A principios del siglo XX, los avances en la impresión de tonos medios permitieron la inclusión de fotografías en revistas. La fotografía de moda hizo su primera aparición en publicaciones francesas como La Mode Practique en 1909. La editorial Condé Nast adquirió la revista Vogue, lo que contribuyó significativamente al desarrollo de la fotografía de moda. Se puso un énfasis especial en la preparación de las sesiones fotográficas, un proceso que fue desarrollado principalmente por el barón Adolf de Meyer, quien retrataba a las modelos en ambientes y poses naturales.
Vogue fue seguida por su rival, Harper’s Bazaar, y ambas revistas lideraron el campo de la fotografía de moda en las décadas de 1920 y 30. Fotógrafos como Edward Steichen, Horst P. Horst y Cecil Beaton transformaron este género en una forma de arte destacada. Durante un breve período, Europa, especialmente Alemania, fue líder en la fotografía de moda.
Desde entonces, la fotografía de moda ha evolucionado enormemente, influenciando no solo la industria de la moda, sino también el arte y la cultura visual contemporánea. Es un campo vibrante que continúa inspirando y desafiando a fotógrafos y diseñadores en todo el mundo.