La fotografía estenopeica, una técnica ancestral que se erige como precursora en la evolución del arte fotográfico, nos invita a sumergirnos en un viaje hacia los fundamentos más puros y simples de la captura de imágenes. En esta ocasión, desentrañaremos los secretos y maravillas que rodean a esta técnica única que ha resistido el paso del tiempo.

La fotografía estenopeica, también conocida como pinhole, es una técnica que se caracteriza por su simplicidad y la ausencia de equipos complejos. En esencia, la cámara estenopeica se compone de una película fotográfica y una lámina que alberga un diminuto agujero, denominado estenopo. Esta lámina, con su agujero del grosor de una aguja, se convierte en la ventana a través de la cual la luz ingresa y da vida a la magia de la captura fotográfica.
La cámara estenopeica, a pesar de su simplicidad aparente, encierra la esencia misma de la fotografía. La película fotográfica, receptora de la luz que atraviesa el estenopo, se convierte en el lienzo donde se plasma la imagen capturada. El estenopo, con su diminuto tamaño, regula la cantidad de luz que llega a la película, desencadenando un proceso que transforma la realidad en una imagen inmortalizada.
La fotografía estenopeica, una de las técnicas más antiguas en el ámbito fotográfico, nos remonta a los albores de la captura de imágenes. Desde sus primeras aplicaciones en el siglo XIX hasta la actualidad, esta técnica ha persistido como una forma auténtica de expresión artística. Su simplicidad y capacidad para prescindir de equipos sofisticados la convierten en una opción intrigante para los amantes de la fotografía clásica.


Una de las características más distintivas de la fotografía estenopeica es la creación de imágenes con un campo de profundidad infinita. Esto significa que, a diferencia de otras técnicas, cada detalle de la escena queda nítido y claro, sin importar la distancia. Esta capacidad intrínseca a la técnica proporciona una libertad creativa excepcional, eliminando la necesidad de encuadres específicos y permitiendo que la claridad se manifieste en cualquier punto de la composición.
Aunque la tecnología fotográfica ha avanzado considerablemente, la fotografía estenopeica sigue cautivando a aquellos que buscan una conexión más íntima con el proceso fotográfico. En la era de la inmediatez digital, la fotografía estenopeica nos invita a desacelerar, a apreciar la paciencia requerida para obtener una imagen y a redescubrir la esencia de la captura fotográfica.
En resumen, la fotografía estenopeica nos ofrece una ventana única hacia el pasado y, al mismo tiempo, hacia un infinito visual. Su simplicidad, combinada con la capacidad de crear imágenes con un campo de profundidad infinita, la convierten en una técnica atemporal que continúa inspirando a fotógrafos y artistas en la actualidad. Así, al sumergirnos en el misterioso mundo de la fotografía estenopeica, descubrimos que en la sencillez yace una riqueza visual infinita.


Yo estuve en la clase presencial 🙂
Es un tema muy interesante, y la practica fue muy divertida y dinámica.