Dentro del mundo de la fotografia se conoce como el negativo fotografico a la película que se utiliza en la cámaras analógicas convencionales que es medio que se utiliza para obtención de positivo en el papel de la imagen, la cual tiene como característica visual que los lugares con un tono mas oscuros es donde la luz ha incidido con mas fuerza y tonos transparentes sera donde no haya incidido la luz con mucha fuerza.
Los primeros negativos de la historia eran los que mostraban una imagen en el papel sin embargo rápidamente por su fragilidad y poca transparencia provoco la necesidad de poder buscar un sustituto para hacer de apoyo de la emulsión que contendía la imagen: a la placa de vidrio, las primeras emulsiones que acogieron fueron las de colodión, estos negativos se tenían que confeccionar manualmente justo antes de ser expuestos y la emulsión resultante era muy frágil si no se protegía con algún tipo de barniz, la posibilidad de reaprovechar los vidrios en próximos negativos hizo que muchos conjuntos de negativos al colodión de eliminaran, los restos de trabajo manual en el corte del vidrio en el emulsionado de la placa, la singularidad en la coloración de la emulsión o las singulares agrietes producto de deterioro son elementos identificativos de estas placas.
La implementación del negativo a la gelatina aportó la mecanización en la producción de placas y la estandarización total de formatos, grosores, sensibilidades, por lo cual se convirtió en el material más común en los negativos del siglo XIX y su uso llegó hasta la aparición de la fotografía digital el cual fue evolucionando.
Los primeros negativos de gelatina continuaban con el uso del vidrio como apoyo los formados estándares iban de las grandes placas de 30×40 cm hasta las placas de 4,5×6 cm, por lo cual a medida que iba pasando el tiempo el formato de las placas usado por los fotógrafos retratistas y reporteros iba disminuyendo por lo cual se pasó a las de formato más grande para aplicaciones especiales o de estudio.