LA TÉCNICA DE SISTEMAS DE ZONAS EN FOTOGRAFÍA: DOMINANDO LA EXPOSICIÓN Y EL REVELADO

El Sistema de Zonas, concebido por Ansel Adams y Fred R. Archer en los años finales de la década de 1930, sigue siendo una herramienta esencial en la fotografía contemporánea para lograr una exposición y un revelado precisos. Esta técnica ofrece a los fotógrafos un método sistemático para definir la relación entre la percepción del sujeto en la escena y el resultado final de la imagen. Equiparable a la gestión del color en el ámbito digital, el Sistema de Zonas establece un vínculo directo entre la toma original y el resultado deseado.

person walking on stairs in greyscale photograph
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El propósito fundamental del Sistema de Zonas es controlar el contraste en una imagen, persiguiendo así el mejor resultado visual. Esto se logra a través del enfoque “Exponer para las sombras y revelar para las luces”. La duración de la exposición afecta directamente las áreas más oscuras de la composición, mientras que el tiempo de revelado influye en las zonas más claras. Al exponer correctamente la imagen y ajustar los tiempos de revelado, los fotógrafos que dominan esta técnica pueden obtener negativos que se traduzcan en copias excepcionales, sin importar el nivel de contraste presente en la escena.

La técnica del Sistema de Zonas se basa en la “Previsualización”, un proceso que depende de tres conceptos interconectados para definir lo que se conoce como “Zona”. Algunas de las zonas más relevantes son las zonas claras (luces altas), las zonas medias y las zonas oscuras (sombras profundas). Estas zonas representan distintos grados de luminosidad y tonalidad en la escena.

La escala del sistema de zonas:

En el aspecto de la exposición, es esencial comprender que una superficie oscura bajo una iluminación intensa puede reflejar la misma cantidad de luz que una superficie clara bajo una luz tenue. Aunque el ojo humano percibe estas diferencias, los fotómetros las consideran iguales. Por esta razón, los fotómetros están calibrados para ubicar la medición de tonos en la Zona V, una zona intermedia que corresponde a un paso de apertura de diafragma o velocidad de obturación. Combinando estos factores, el Sistema de Zonas ofrece a los fotógrafos un método fiable para exponer correctamente una imagen.

En el proceso de revelado, cada combinación de toma y revelador tiene un tiempo de revelado “normal” recomendado (N). Este tiempo produce un negativo con un contraste similar al de la escena original. Sin embargo, para lograr copias óptimas en papel, es esencial comprender cómo ajustar el tiempo de revelado. El Sistema de Zonas proporciona un marco para medir el contraste en términos de las zonas establecidas, permitiendo determinar si una película necesita un revelado más prolongado (N+) o más corto (N-). Aunque esta modificación del revelado afecta principalmente las zonas de luces, las sombras se mantienen en gran medida inalteradas.

A pesar de las críticas pasadas sobre su complejidad y aplicabilidad, el Sistema de Zonas sigue siendo invaluable. Aunque hubo un tiempo en que se pensaba que no tenía relevancia en la fotografía en color o en la era digital, se ha demostrado que es útil en ambos contextos. De hecho, el Sistema de Zonas, en su esencia, es conceptualmente simple. Dado que está arraigado en las características intrínsecas de los medios fotográficos, tanto tradicionales como digitales, cualquier fotógrafo que logre coherencia en sus trabajos está aplicando algún aspecto de esta técnica.

En resumen, el Sistema de Zonas representa el pilar para lograr exposiciones precisas y revelados efectivos. Aunque su comprensión y aplicación pueden ser desafiantes, su valor enriquece la comprensión del mundo de la fotografía. En la era actual, respaldados por la tecnología disponible, el Sistema de Zonas continúa siendo una herramienta invaluable para los fotógrafos que buscan dominar la interacción entre la luz y la imagen.

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